La, la luz 💡

Más problemas a los que hemos encontrado solución, es el interruptor de la luz de mi habitación. No es que el interruptor esté en el lado contrario de la habitación, no, para darle al interruptor ¡hay que salir de la habitación! Imaginadme a las 3 de la mañana andando cual zombi con la única lucecita de una lamparita que ya pasó a mejor vida, queriendo ir a hacer un pipi sin caerme por el camino.

              Había que hacer algo, una noche levantándome a hacer pipi ya tuve un accidente; me caí a eso de las 4 encima de el cajón que uso como mesita de noche, el moretón que salió fue “bonito”, me daba vergüenza ir en manga corta por si se pensaban que alguien me maltrataba.

              Bueno, vimos que en el aspecto iluminación de mi habitación algo se tenía que plantear, el problema es que no teníamos ni idea de el qué. Suerte que mi chico Alejandro, es muy curioso y lee muchas cosas; pues resulta que leyó que existían unas bombillas que se podían controlar con un mando. Sé que ha sonado raro, a controlar me refiero que su interruptor se puede poner donde quieras, incluso moverlo por la casa para encender la luz de la habitación que sea, desde cualquier punto de la casa.

https://youtu.be/R1EhJ1gkVeg

              ¿Dónde se encontraban estas bombillas tan geniales? Adivinad bombillas, cosas para casa…pues sí en el Ikea. Fuimos una tarde Alejandro y yo, creo que para comprar otra cosa, pero allí estaban; las bombillas que me iban a poder ahorrar caídas nocturnas. Llegamos a casa, cambiamos las bombillas que tenía por estas nuevas; instalamos el mando de encender y apagar y ya estaba. Tumbada en la cama podía controlar la luz, además con el mando puedo cambiar la intensidad y el color de la luz.

No me he vuelto a caer por la noche, ha sido un gran descubrimiento estas bombillas.