La silla for president
Ya os he hablado de las funcionalidades que le he dado a la silla, nótese que subrayo y pongo la silla en negrita por el aprecio que le tengo y todo lo que me está ayudando.
Dicho esto, después de usar la silla para maquillarme y para cocinar, le he encontrado una nueva utilizad recientemente; usarla para llevar más de una cosa de golpe por casa y aprovecharla además como andador. Si es que la silla vale para todo es mi McGiver personal, me saca de cualquier problema.
Os explico, estaba en mi casa sola el otro, y quise sentirme útil y ponerme a hacer faena: barrer, limpiar el lavabo, cambiar toallas, hacer la comida…la faena de casa, vamos. He aprendido que si con un paseo lo puedo hacer todo ¿para qué voy a dar dos o tres paseos? Ahí es cuando entra la silla.
Limpié el lavabo, me duché, saqué las toallas sucias, mi pijama sucio y todo lo que me encontré sucio de ropa en mi habitación puesto en la silla, como si fuera un Rey Mago en la Cabalgata de Reyes. Puse toallas limpias, y empujando la silla cual caminador llegué al barreño de la ropa sucia donde dejé el montón de cosas para lavar, y la silla ya estaba lista para hacer la comida en la cocina.
¿Veis? Adaptando nuestra vida se puede seguir haciendo una vida tan normal como antes.

Soy Noelia, tengo 28 años y vivo y soy una enamorada de Barcelona. Soy enferma de esclerosis múltiple primaria progresiva. Soy una fanática de las lenguas, por eso estudio lingüística; aunque por esto del diagnóstico tengo la carrera en pausa. Doy clases de inglés y de español a extranjeros. Además me apasiona leer y escribir, de ese hobby ha surgido este blog 🙂